Las matronas somos profesionales de la salud, especialistas en el embarazo y el parto fisiológico. Nuestra tarea es acompañar a las mujeres embarazadas y a sus bebés a lo largo del embarazo, durante el trabajo de parto y el nacimiento y hasta 28 días después de éste.

El alcance de nuestra práctica de acompañamiento de todo el proceso de embarazo, parto y puerperio es asegurar el bienestar de la madre y el bebé, detectando cualquier desviación mientras se respetan las preferencias de parto de cada mujer.

Las intervenciones hospitalarias invasivas comunes como la oxitocina sintética, la ruptura artificial de bolsa o la epidural, NO se realizan en casa, por lo que no sufrirás ninguno de los riesgos asociados.

Los últimos estudios confirman que los partos en casa son una opción segura y saludable (por ejemplo, Evidenvia Cochrane) con importantes beneficios como:

– Mayor satisfacción con tu experiencia de parto.

– Menor posibilidad de necesitar una episiotomía o de que se produzcan desgarros.

– Menos intervenciones innecesarias.

– Menor trauma físico y emocional tanto para la madre como para el bebé.

– Mayor puntuación de Apgar (prueba utilizada para evaluar la adaptación del bebé al medio extrauterino).

– Menos necesidad de analgesia, ya que hay menos sufrimiento.

– Mejor y más rápida recuperación tanto de la madre como del bebé.

– Mejor inicio y establecimiento de la lactancia materna.

En un parto planificado en casa, las matronas somos las encargadas de llevar el material adecuado y la medicación que se pudiera necesitar en caso de emergencia, además de apoyar a las mujeres para que tomen decisiones informadas en caso de que exista la necesidad de traslado al hospital, habiendo considerado y planificado previamente esta opción.

En los pocos casos en que se necesita el traslado al hospital, es muy poco probable que sea por algo urgente. En la mayoría de los casos se debe a que la madre ha solicitado la epidural o porque el parto está progresando muy lentamente.